Se ha realizado por varios años una cirugía que se llama derivación aorto-coronaria (su sigla en inglés, CABG). Este procedimiento se aconseja para los pacientes que tienen las válvulas angostadas o las arterias completamente bloqueadas. Cuando esto sucede, el flujo sanguíneo se reduce radicalmente y el corazón no puede recibir suficiente oxígeno.
La nueva técnica más importante en este campo es realizar una desviación con injerto sin bomba. Lo que esto significa es que la cirugía se hace sin que el paciente tenga que estar en una máquina de circulación extracorpórea. Se utiliza una herramienta llamada estabilizador, y eso es mucho menos complicado y menos riesgoso para el paciente. Casi el 25% de las cirugías de derivación aorto-coronarias se realizan de esta manera. Mientras que las complicaciones con las máquinas de circulación extracorpórea suceden en pocos casos, pueden ser severas, y hasta potencialmente mortal.
Los procedimientos sin bombas ofrecen muchos más beneficios que las viejas técnicas. El tiempo que pasa el paciente en el quirófano anestesiado es mucho más corto. Lo mismo sucede para el periodo durante el cual se usa el respirador. Después de la cirugía, la estadía en terapia intensiva se acorta, como el tiempo total de hospitalización.
Cuando se necesita estas intervenciones y cuidados tan severos, primero no pensamos en los costos, pero realmente son un factor muy importante. Debido a que los sistema sanitarios de Taiwán son diferentes a aquellos que existen en la mayoría de los países occidentales, hay diferencias significativas en los costos como en los honorarios de los cirujanos, y la misma hospitalización. Cuando esto se une al cuidado experimentado de los profesionales médicos, hace que el turismo médico a este país sea una opción muy buena para muchos pacientes cardiacos.
Taiwán es una buena elección para el turismo médico gracias a sus experimentados cirujanos
